top of page

PORQUE TODOS LO FUIMOS, LO SOMOS & LO SEREMOS ALGUNA VEZ MÁS

684934D4-C59F-46F0-ACCE-94121E0738A1_edi

POR QUÉ LEERME

Qué avergonzada me sentí mi primera vez. La presión de querer hacerlo bien y destacarme en ello pese a que nunca lo había hecho antes se acumulaba sobre mi espalda. Sentí pena, nervios, e incluso mis manos temblaban. Las mariposas en el estomago eran reales, o tal vez haya sido solo cuestión de acidez estomacal. Y aunque traté de deshacerme de estas sensaciones, fue inevitable sentirlas.

 

No importa si se trata de tu primer beso, el primer día en la escuela, la primera entrevista de trabajo, o tu primer día en una nueva oficina, parte esencial del proceso es poder aprender a tolerar la incomodidad de no saber hacer las cosas aún, equivocarse y no morir en el intento. 

Si de niño te daba pena hablarle tú directamente al mesero, esta columna es para ti. 

COLOMBIANA, ABOGADA UNIANDINA, COCINERA, ESCRITORA AMATEUR, ESPOSA PRIMIPARA

bottom of page